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viernes, 6 de septiembre de 2019

Disciplinando el verbo




Tarea nº1:
Disciplinando el verbo






Es más difícil enseñar que aprender. Enseñar exige permitir que se aprenda”

Carl Rogers



“Honra tus palabras, sé impecable con ellas. Lo que sale de tu boca es lo que eres tú”

Miguel Ruiz




La primera gran decisión a tomar: Guiar y aprender como padres y madres, como personas adultas responsables de la crianza y educación de nuestrxs niñxs.

Guiar es más que enseñar instruyendo o entrenando conductas y habilidades,guiar es acompañar procesos, socializar en normas desde la empatía y el respeto.

Exige nuestro esfuerzo consciente y constante como adultxs para estar dispuestos a aprender de nuestxs peques y con ellxs, bajarnos del “pedestal de autoridad” para colocarnos literalmente al mismo nivel físico y postural de la persona menor en edad para conectar nuestras miradas…y nuestras mentes.





Veamos, según el diccionario R.A.E el significado que se le otorga a la palabra autoridad:

 Facultad o derecho de mandar o gobernar a personas que están subordinadas.

Persona que tiene esta facultad o derecho.

Es decir, la autoridad es la persona que ejerce el poder. Tradicionalmente, nuestrxs padres, madres, personas ancianas no lo cuestionaban. Hoy día se ha abandonado al menos a nivel teórico, pero ¿se sigue realizando en la práctica?, pues sí, ¿quién no recurre a tomar medidas contundentes en situaciones de “alto voltaje emocional” en la crianza? castigos, amenazas, advertencias, perdida de privilegios, ridiculizaciones, comparaciones…



Seguro que ya habréis observado que he usado el subrayado en negrita para algunas palabras. Las palabras tienen un inmenso poder, generan vocabulario y pensamiento, y provocan emociones diversas. Y ése poder es el que resulta interesante y eficaz de transmitir a nuestrxs niñxs.




Hagamos un experimento:

Os propongo que cerréis los ojos, una persona lee la frase en voz alta y la otra recibe el mensaje,luego cambiáis los roles. Observaros internamente: sensaciones, emociones, sentimientos, recuerdos, imágenes…todo lo que os evoque, y si os apetece, anotéis en una libreta de campo.

“Eres muy llorica”
“¡Qué trasto es!”
“Ahora estás llorando, ¿cómo te sientes?”
“Estás tirando cosas y desordenando, me estoy poniendo nervioso, ¿Qué te ocurre?”

Para gente curiosa, buscad el significado de “trasto”…..




¡Qué difícil! es todo esto de ejercer la parentalidad-marentalidad en positivo, ¿verdad?, estaréis pensando…

¿Parentalidad positiva?

 Ejercer la Parentalidad Positiva

El ejercicio de la parentalidad positiva se basa en los principios de atención, orientación, reconocimiento, potenciación y educación sin violencia. 


Con la valentía de la humildad, bajando de un pedestal pre-fabricado y absurdo en nuestros tiempos, comienza por desterrar creencias limitantes, y bien usa el lenguaje para transformar. Educa en positivo.


Nota:

Me quedo con esta primera acepción de la palabra humildad:
Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.


"Educar no es disciplinar en las lágrimas, en el disgusto; educar es amar sin condiciones. Porque La letra con amor entra”.

Emilia Vega Pimenta @redpsicoeduca


#psicologaeducaenred
#redpsicoeduca

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